Dada la gran cantidad de joyas literarias custodiadas aquí, se hizo necesaria la construcción de un espacio para albergarlas, por lo que hacia 1534, se encarga a Juan de Badajoz el Mozo, la construcción de esta biblioteca que fue realizada ya dentro de la estética del renacimiento, siendo de hecho, una de las mejores muestras renacentistas de la ciudad de León.
A la biblioteca, de planta rectangular dividida en tres tramos, se accede por una puerta monumental. La sala se cubre con una cúpula central, de forma ovalada decorada con profetas, calaveras, flores y colgantes. En las pechinas destacan unos medallones con los cuatro evangelistas, atribuidos a Juan de Juni. El muro de la estancia se recorre por una ancha imposta que con letras doradas recoge elogios a San Isidoro, entre ellos la conocida letanía isidoriana: "Doctor de las Españas, Espejo de la iglesia, Estrella esplendente, Doctor fiel, Legislador de los hispanos, Padre de los clérigos, Lirio de la Iglesia, Esplendor de los sacerdotes, Lucero rutilante, Fulgor de la justicia".
BIBLIOTECA
En época medieval existió aquí un gran scriptoria en el que se copiaron multitud de códices algunos incluso iluminados. En este momento el museo cuenta con 155 códices catalogados que han llegado a nuestros días en buen estado de conservación. Misales, breviarios, Obras de los Padres, Vida y Milagros de San Isidoro, teología, derecho canónico, cantorales, ceremoniales, sermonarios, inventarios y estatutos capitulares. Además de 800 documentos en pergamino, bulas pontificias, documentos reales, eclesiásticos y particulares, cerca de 300 incunables y 1055 volúmenes de libros antiguos o raros de los siglos XVI, XVII y XVIII.
BIBLIOTECA DE LA REAL COLEGIATA DE SAN ISIDORO
Entre los volúmenes que componen este legado de incalculable valor bibliográfico existen varias piezas de incalculable valor:
La joya por excelencia de esta biblioteca es la Biblia Visigótico-Mozárabe o Codex Biblicus Legionensis (960), que fue escrita en el Monasterio de Valeránica (Burgos) por el presbítero Sancho y miniada por Florencio; personajes ambos que aparecen brindando en el colofón de la misma.
Además de por su datación, esta Biblia destaca desde el punto de vista artístico por la gran abundancia y la calidad de sus miniaturas que destacan por la riqueza de sus colores, la expresividad de las figuras y también por su importancia como documento histórico al representar la vida social de la España cristiana del siglo X presente en palacios, templos, ajuar, atuendo civil y guerrero, etc.
Hoy es considerado por los expertos el códice bíblico por excelencia de la liturgia mozárabe. Se ha publicado una edición facsimilar de esta Biblia que se acompaña del libro “Veinte Estudios” que comprende veinte trabajos de especialistas.
La Biblia de 1162 es una clara muestra del importante scriptoria medieval que existió en este lugar, pues esta Biblia fue escrita en el cenobio de San Isidoro siguiendo el modelo de la Biblia de 960. En ella se copian las miniaturas e historias bíblicas de aquélla, aunque acomodando al nuevo estilo edificios, ajuar, vestidos y armas, apreciándose además la evolución del estilo en el tratamiento del color y en la calidad del dibujo.
Los Códices De Santo Martino, un ilustre canónigo de esta casa que al frente de siete escribanos realizó una serie de tratados encuadrables dentro del estilo 1200. Se trata de una serie de volumenes versados sobre la edificación moral de los canónigos, así como sobre cuestiones teológicas y monásticas. Desde el punto de vista artístico resaltar sus iniciales ricamente ornamentadas acompañadas de personajes que sobresalen por el uso del color y la calidad de su dibujo, como ocurre con San Isidoro o el retrato del propio autor.
Las últimas miniaturas que se conservan en este museo son Cantorales de finales del gótico y de la época barroca que se utilizaban como libros de coro para las horas canónicas que van desde los maitines hasta las completas y que diariamente los monjes colocaban sobre el facistol en el centro del coro. Entre ellos llama la atención un Cantoral del S XV que contiene cantos de Adviento, Epifanía y Navidad destacando este último, el de Navidad, por su Nacimiento miniado obra de Nicolás Francés (ca. 1450) autor también del retablo de la Catedral de León
AVISO: Por motivos de restauración, esta sala puede encontrarse temporalmente cerrada. Disculpen las molestias.