PANTEÓN REAL
El Museo de la Real Colegiata de San Isidoro incluye en su visita esta joya única del arte medieval, El Panteón de los Reyes, conocido como "La Capilla Sixtina del Arte Románico".
PANTEÓN DE LOS REYES DE LEÓN
Pero, lo que hace sin duda único este lugar, son las pinturas murales que decoran sus seis bóvedas y cuya belleza y estado de conservación han llevado a que el lugar se haya rebautizado como “La Capilla Sixtina del Arte Románico”. Se trata de frescos sobre estuco blanco, su datación es compleja aunque sin duda anterior al año 1149 en que se consagró la nueva iglesia. El programa iconográfico es variado y se divide en tres ciclos relacionados con la liturgia mozárabe y con la fracción de la Sagrada Forma en la referida liturgia.
El primer ciclo se refiere al Nacimiento de Cristo compuesto por la Anunciación a la Virgen, la Visitación, la Anunciación a los Pastores y la Matanza de los Inocentes llena de realismo y expresividad. Pero sobre todo destaca la Anunciación a los pastores, un hito dentro de la pintura románica, es una escena bucólica en la montaña medieval leonesa pues el pintor nos transmite información muy valiosa sobre el León de su época, que plantas existían, como eran los ropajes e incluso los animales que existían en la zona como los cerdos, las cabras destacando el perro que sin duda es un mastín leones.
El segundo ciclo es el relacionado con la Pasión de Cristo formado por la Última Cena que se desarrolla en un ambiente palaciego donde se representa a Marcial, el copero, un personaje de influencia francesa, la escena del Prendimiento en el que aparece en una esquina el gallo de la Pasión y la Crucifixión donde se representan a los pies de Cristo a los reyes de León como orantes, dado que fueron los mecenas.
El tercer ciclo es el de la Glorificación compuesto por la Segunda Parusía descrita en el Apocalipsis de San Juan y la escena del Pantocrátor, mucho más formal e incluso más esquemática, un Cristo en majestad en actitud de bendecir, inscrito en la almendra mística rodeado del (tetramorfos) los símbolos de los cuatro evangelistas que se identifican con sus nombres. Situado en el intradós del arco nos encontramos con la única obra profana del Panteón y sin duda la mas conocida, el Calendario Agrícola, con el que se representa a Cristo no solo como Pantocrator sino como Cronocrator “El Señor del Tiempo. Se trata de doce medallones que nos muestran la vida de los leoneses de la época a lo largo del año: Calentándose al fuego, podando la vid, preparándose para ir a la guerra, segando el trigo, majando la mies, vendimiando etc.
También se encuentra expuesta una magnifica pila bautismal románica, aunque se discute su posible fábrica visigoda, de forma cuadrada pues el bautismo se realizaba por inmersión y su ubicación sería la entrada de la iglesia primitiva dado que el bautismo se realizaba antes de acceder al templo.
El antiguo nártex o pórtico occidental de la iglesia palatina, cambia de función para convertirse en el Panteón de los Reyes en el que descansan los restos de un total de 33 miembros de la Corte leonesa en concreto once monarcas, doce reinas, diez infantes, nueve condes y diversos nobles.La cronología del Panteón es dudosa, se daba por fecha segura la anterior a 1063, en que es consagrada la iglesia de Fernando I.
De planta cuadrada y dividida en tres naves abovedadas, sus arcos se apoyan en veintiún capiteles de relevante factura con una gran carga simbólica: los hay vegetales, con figuras zoomórficas e historiados, que nos sorprenden por ser los primeros que en el arte románico español reproducen escenas evangélicas como la resurrección de Lázaro y la curación del leproso y prefiguraciones del Nuevo Testamento como Daniel en el foso de los leones.